jueves, 5 de junio de 2014

Thérèse Raquin (Émile Zola)


Thérèse Raquin es uno de esos libros que no puedes dejar de leer hasta que llegas al final. No porque sea una de esas novelas que te mantienen en vilo hasta el último momento, pero tiene un estilo tan fluido y tan ligero que no puedes dejarlo en la mesilla de noche para irte a dormir.

Un retrato apasionante sobre la culpa y los remordimientos, unos personajes creados con la idea de transmitir exclusivamente lo que nos transmiten, pero que en ningún momento pecan de planos. 

Incluso me atrevería a decir que lo que Zola pretendía era realizar un ensayo sobre estos sentimientos, sirviéndose para ello de personajes muy bien definidos, movidos por una motivación única. 

Desde aquí, una novela muy recomendable.

martes, 3 de junio de 2014

The Tenant of Wildfell Hall (Anne Brontë)


Hace dos o tres años que vi la adaptación televisiva de esta historia, pero hasta hace poco no había leído el libro. La verdad es que me ha sorprendido muy gratamente.

Primero, esperaba que al ser un clásico, y en inglés, fuese más pesado de leer, pero además de hacerse muy ameno tiene una prosa muy fluída que hace que se lea de forma grata.

Segunda sorpresa: el narrador en la primera y tercera parte de la novela es masculino, algo que me resulta curioso en una novela decimonónica.

Finalmente, pienso que Anne debió ser muy valiente para escribir y posteriormente publicar algo que trata un tema que debía ser tabú en la época: el maltrato dentro del matrimonio. Cuando normalmente lo único que podía hacer la mujer era agachar la cabeza y callar, Helen decide huir de esta situación.

En definitiva, un libro muy recomendable, una historia muy bien narrada que atrapa hasta el final, no os arrepentiréis de darle una oportunidad.